Como todos los meses de agosto, ha llegado la fiesta mayor. El 15 de agosto, festivo nacional, se conmemora la festividad cristiana de la Asunción de la Virgen y se cuentan por centenas los pueblos y ciudades que, engalanados, celebran sus fiestas patronales. De sur a norte, procesiones, charangas, festejos taurinos, gigantes y cabezudos, tradiciones centenarias y bailes invitan a salir a la calle y animan el verano español.
El sol asoma aún tímido en el horizonte cuando se empiezan a escuchar las primeras notas. Madrugadores y trasnochadores acompañan a las bandas que, al son de pasacalles y alboradas, recorren calles y plazas para anunciar el inicio del día e invitar a los vecinos a unirse a la fiesta. Para reponer fuerzas, sigue la jornada con un copioso desayuno popular -evento gastronómico y social en igual proporción- y disfruta de la comida tradicional de cada localidad. En el barcelonés barrio de Gracia, por ejemplo, la fiesta comienza con el estruendo de la traca y un almuerzo a base de coca, moscatel y cava.
El momento más solemne de esta fiesta llega con las misas y procesiones en honor a la Virgen. Imágenes de diferentes advocaciones marianas callejean ante la vista de devotos y curiosos para celebrar su día grande. En Tenerife, los romeros veneran a la Virgen de Candelaria, y en Sevilla, a la de los Reyes. La de la Palma, en Algeciras, y la del Rosario, en Luarca, son las protagonistas de sendas procesiones marineras, y en Madrid, ‘La Paloma’ recorre las calles del castizo barrio de La Latina.
Las formas de venerar a la Virgen son muchas y muy diversas en la tradición española. En Bétera, Valencia, un cortejo de albahacas perfuma la ciudad para honrar a la Mare de Déu d’Agost. En la localidad jienense de Carchalejo se representa la intentona de los cristianos por recuperar la imagen de su patrona, robada por los moros, y en Selaya cientos de romeros peregrinan hasta el santuario de Nuestra Señora de Valvanuz acompañados de pitos y tambores. En Zarautz, son gigantes y cabezudos los que escoltan el paso de la Virgen Dormida hasta el convento de Santa Clara.
Por la tarde las actividades para seguir la fiesta son múltiples. En Rueda, la tradicional suelta de vacas, festejo taurino común en muchas localidades. En Frenegal de la Sierra, Badajoz, se celebra el XXXII Festival de la Sierra, que reúne a agrupaciones musicales llegadas de Rumanía, Italia o Panamá. En la ciudad de la Dama los ilicitanos representan una de las más antiguas tradiciones para conmemorar este día: el Misterio de Elche, un drama cantado, en valenciano y latín, por hombres y niños no profesionales que ensayan durante meses para el gran día.
La tarde cae y el sol empieza a esconderse, pero la jornada feriada aún está lejos de su fin. En La Palma del Condado, a medianoche, sale la procesión de la Virgen del Valle acompañada de coplas de campanilleros. En la Semana Grande donostiarra, el festival de fuegos artificiales iluminará, por quincuagésima vez, la Bahía de la Concha; y en cientos de municipios la fiesta sigue al ritmo de verbenas, charangas o habaneras -típicas de Cataluña y Baleares.
Elijas la fiesta que elijas, sal, baila, ríe y vive una semana de festejos populares que no ha hecho más que empezar.